Escuela italiana; siglo XVII. “San Antonio de Padua con el Niño Jesús”. Óleo sobre lienzo. Reentelado. Presenta repintes, restauraciones. Marco antiguo. Medidas: 95,5 x 71,5 cm; 104,5 x 84 cm (marco). Esta notable representación de San Francisco en oración, de escuela italiana, se caracteriza por un expresivo claroscuro típicamente barroco. La luz parece emanar de rostros y manos, también del cuerpo de Jesús, que se le aparece al santo portando un orbe y en actitud de bendecir. Los cuerpos, cincelados por un modelado puramente cromático, emergen de un fondo oscuro que va virando en variedad de ocres y terrosos, dando forma y textura a la túnica del santo. El misticismo que impregna el cuadro, gracias a una paleta de riquísimos matices, es semejante al que impregna los cuadros que Ribera realiza de San Antonio, pero el naturalismo del español es aquí suplido por una tendencia idealizante típicamente italiana. En esta obra se representa una de sus más conocidas visiones: bien en una posada, bien en una casa, el dueño de la misma vio por la puerta entreabierta cómo el santo hablaba con un niño hermosísimo, al que sostenía en sus brazos. Sin embargo en este caso solo se puede apreciar la presencia de Jesús Niño en la zona superior, sin que el santo llegue a cogerle. Esta iconografía se emplea, generalmente, desde el siglo XVII, llegando a ser tan conocida y valorada que apenas hacía falta ningún otro elemento para identificar el tema, como se puede comprobar con la presente obra.
Escuela italiana; siglo XVII. “San Antonio de Padua con el Niño Jesús”. Óleo sobre lienzo. Reentelado. Presenta repintes, restauraciones. Marco antiguo. Medidas: 95,5 x 71,5 cm; 104,5 x 84 cm (marco). Esta notable representación de San Francisco en oración, de escuela italiana, se caracteriza por un expresivo claroscuro típicamente barroco. La luz parece emanar de rostros y manos, también del cuerpo de Jesús, que se le aparece al santo portando un orbe y en actitud de bendecir. Los cuerpos, cincelados por un modelado puramente cromático, emergen de un fondo oscuro que va virando en variedad de ocres y terrosos, dando forma y textura a la túnica del santo. El misticismo que impregna el cuadro, gracias a una paleta de riquísimos matices, es semejante al que impregna los cuadros que Ribera realiza de San Antonio, pero el naturalismo del español es aquí suplido por una tendencia idealizante típicamente italiana. En esta obra se representa una de sus más conocidas visiones: bien en una posada, bien en una casa, el dueño de la misma vio por la puerta entreabierta cómo el santo hablaba con un niño hermosísimo, al que sostenía en sus brazos. Sin embargo en este caso solo se puede apreciar la presencia de Jesús Niño en la zona superior, sin que el santo llegue a cogerle. Esta iconografía se emplea, generalmente, desde el siglo XVII, llegando a ser tan conocida y valorada que apenas hacía falta ningún otro elemento para identificar el tema, como se puede comprobar con la presente obra.
Testen Sie LotSearch und seine Premium-Features 7 Tage - ohne Kosten!
Lassen Sie sich automatisch über neue Objekte in kommenden Auktionen benachrichtigen.
Suchauftrag anlegen