Escuela italiana; siglo XVII. “Bodegón con cabeza de carnero”. Óleo sobre lienzo. Reentelado. Presenta repintes en la pintura y marco con faltas en el dorado. Medidas: 48 x 64,5 cm; 64,5 x 81 cm (marco). Esta obra sigue fielmente el modelo de obra realizada por Giovanni Benedetto (Italia, 1609 – 1663/65), la cual pertenece a la colección del Museo del Prado, aunque actualmente no se encuentra expuesta. Bien es cierto que en este caso la obra presenta una mayor amplitud, y no solo se centra en el recipiente de barro con la cabeza de carneo, sino que introduce varios elementos más, entre los que destaca el ratón ubicado en la zona inferior izquierda. Pintor y grabador genovés de época barroca, Giovanni Benedetto Castiglione, apodado “el Grechetto”, es actualmente considerado uno de los dibujantes más importantes del siglo XVII. Fue un maestro absoluto en la representación de temas muy diversos, no sólo paisajes y bacanales sino también escenas menos ortodoxas, macabras incluso, y conformó su lenguaje a través de las más variadas influencias, mostrándose siempre enormemente receptivo. Castiglione inició su formación en Génova en la década de 1620, donde estudió las obras que allí se conservaban de los Bassano, Bernardo Strozzi, Rubens y Van Dyck, y se formó en el taller de Paggi. En la década siguiente lo encontramos ya instalado en Roma, donde su estilo se decantó hacia el clasicismo a través de la influencia de Poussin. En la capital italiana se dedicó a estudiar el arte antiguo, lo que le facilitó una posición destacada en el ámbito cultural genovés cuando regresó a su ciudad natal. En 1632 lo encontramos documentado como miembro de la Academia de San Lucas de Roma, especializado en pinturas de paisajes con animales. Tres años más tarde viajó a Nápoles, donde se relacionó con Andrea di Lione. Regresó entonces a Génova, donde lo encontramos documentado en 1639, ya como un reconocido pintor. Castiglione realizó desde ese momento grandes obras de altar y también pinturas de menor formato, de temas paganos y pastoriles, destinadas a comitentes privados. Poco a poco, a partir de 1645, el maestro se fue centrando cada vez más en el grabado. Realizó algunos grabados de monotipo reproduciendo pinturas de su mano, convirtiéndose así en pionero de esta técnica, y al regresar a Roma en 1947 se llevó consigo muchas de sus planchas, que serían difundidas en los años siguientes. De esta época data uno de sus grabados más afamados, “El descanso en la huida a Egipto”, donde queda patente su pericia a la hora de representar animales y también como pintor religioso, al tratar el tema a través de un punto de vista doméstico y anecdótico, perfectamente enmarcado dentro del gusto de la Contrarreforma. En esta segunda etapa romana Castiglione realizará una serie de grabados siguiendo el estilo de Rembrant, que conoció a través de las planchas grabadas por el maestro entre 1630 y 1640, que llegaban de Holanda en esa época
Escuela italiana; siglo XVII. “Bodegón con cabeza de carnero”. Óleo sobre lienzo. Reentelado. Presenta repintes en la pintura y marco con faltas en el dorado. Medidas: 48 x 64,5 cm; 64,5 x 81 cm (marco). Esta obra sigue fielmente el modelo de obra realizada por Giovanni Benedetto (Italia, 1609 – 1663/65), la cual pertenece a la colección del Museo del Prado, aunque actualmente no se encuentra expuesta. Bien es cierto que en este caso la obra presenta una mayor amplitud, y no solo se centra en el recipiente de barro con la cabeza de carneo, sino que introduce varios elementos más, entre los que destaca el ratón ubicado en la zona inferior izquierda. Pintor y grabador genovés de época barroca, Giovanni Benedetto Castiglione, apodado “el Grechetto”, es actualmente considerado uno de los dibujantes más importantes del siglo XVII. Fue un maestro absoluto en la representación de temas muy diversos, no sólo paisajes y bacanales sino también escenas menos ortodoxas, macabras incluso, y conformó su lenguaje a través de las más variadas influencias, mostrándose siempre enormemente receptivo. Castiglione inició su formación en Génova en la década de 1620, donde estudió las obras que allí se conservaban de los Bassano, Bernardo Strozzi, Rubens y Van Dyck, y se formó en el taller de Paggi. En la década siguiente lo encontramos ya instalado en Roma, donde su estilo se decantó hacia el clasicismo a través de la influencia de Poussin. En la capital italiana se dedicó a estudiar el arte antiguo, lo que le facilitó una posición destacada en el ámbito cultural genovés cuando regresó a su ciudad natal. En 1632 lo encontramos documentado como miembro de la Academia de San Lucas de Roma, especializado en pinturas de paisajes con animales. Tres años más tarde viajó a Nápoles, donde se relacionó con Andrea di Lione. Regresó entonces a Génova, donde lo encontramos documentado en 1639, ya como un reconocido pintor. Castiglione realizó desde ese momento grandes obras de altar y también pinturas de menor formato, de temas paganos y pastoriles, destinadas a comitentes privados. Poco a poco, a partir de 1645, el maestro se fue centrando cada vez más en el grabado. Realizó algunos grabados de monotipo reproduciendo pinturas de su mano, convirtiéndose así en pionero de esta técnica, y al regresar a Roma en 1947 se llevó consigo muchas de sus planchas, que serían difundidas en los años siguientes. De esta época data uno de sus grabados más afamados, “El descanso en la huida a Egipto”, donde queda patente su pericia a la hora de representar animales y también como pintor religioso, al tratar el tema a través de un punto de vista doméstico y anecdótico, perfectamente enmarcado dentro del gusto de la Contrarreforma. En esta segunda etapa romana Castiglione realizará una serie de grabados siguiendo el estilo de Rembrant, que conoció a través de las planchas grabadas por el maestro entre 1630 y 1640, que llegaban de Holanda en esa época
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