Beschreibung:

Es­cue­la ita­lia­na; se­gun­da mitad del siglo XVII. “An­cia­na crian­do a un gato”. Óleo sobre lien­zo. Pre­sen­ta re­pin­tes y pre­ci­sa lim­pie­za. Me­di­das: 49 x 77 cm. Du­ran­te el siglo XVII fue­ron es­pe­cial­men­te va­lo­ra­dos las re­pre­sen­ta­cio­nes de las cla­ses más des­fa­vo­re­ci­das de la so­cie­dad (men­di­gos, por­dio­se­ros, cam­pe­si­nos, enanos y va­ga­bun­dos), y de los ofi­cios más hu­mil­des, fi­gu­ra­dos con una gran dig­ni­dad y rea­lis­mo. Esta co­rrien­te se ex­ten­dió en todos los ám­bi­tos ar­tís­ti­cos, tanto en la pin­tu­ra del siglo XVII se re­fle­ja esa idio­sin­cra­sia pro­pia del ba­rro­co ce­le­bra­da a tra­vés de los opues­tos, que hacia con­vi­vir en el mismo es­pa­cio a las per­so­na­li­da­des más gra­na­das de la época con las cla­ses más bajas. Así, en el lien­zo que nos com­pe­te nos en­con­tra­mos fren­te a la re­pre­sen­ta­ción de una an­cia­na, si­tua­da en el cen­tro de la com­po­si­ción, acom­pa­ña­da por dos gatos, uno re­cos­ta­do en su re­ga­zo al que le da leche de una cu­cha­ra, tier­na­men­te y otro si­tua­do en el suelo, mi­ran­do al es­pec­ta­dor aten­ta­men­te. La es­ce­na es cer­ca­na a la obra de Gia­co­mo Ce­ru­ti (Milán, 1698 - 1767) ac­ti­vo en el Norte de la pe­nín­su­la itá­li­ca (Lom­bar­día, Bres­cia, y Ve­ne­cia), donde desa­rro­lló una labor va­ria­da y de­sigual, ape­nas se co­no­cen datos de sus pri­me­ros años. De 1726 a 1728 tra­ba­jó en la de­co­ra­ción al fres­co del Pa­laz­zo Bro­let­to, re­si­den­cia del go­ber­na­dor, y en esos mis­mos años se fecha la serie de pin­tu­ras de men­di­gos que pintó por en­car­go de la fa­mi­lia Avo­gra­do y que le va­lie­ron el so­bre­nom­bre del Pi­toc­chet­to (el pe­que­ño men­di­go). Entre sus en­car­gos más im­por­tan­tes des­ta­có la serie de obras realiz­das en 1736 para el pa­la­cion ve­ne­ciano por el ma­ris­cal Matt­hias von Schu­len­burg, im­por­tan­te co­lec­cio­nis­ta ale­mán, en­car­go al que per­te­ne­ce la obra del Thys­sen. Tam­bién en 1736 tra­ba­jó en la de­co­ra­ción al fres­co del Pa­la­cio Gras­si de Ve­ne­cia. De 1737 a 1742 Ce­ru­ti re­si­dió en Padua donde se le do­cu­men­ta tra­ba­jan­do para las igle­sias de los fran­cis­ca­nos y de Santa Lucía, donde se con­ser­va un altar de­di­ca­do a la santa. Hacia 1743 se es­ta­ble­ció de­fi­ni­ti­va­men­te en Milán, con algún viaje a Pia­cen­za donde re­ci­bió di­ver­sos en­car­gos pú­bli­cos, ocu­pa­do en la pin­tu­ra de asun­tos sa­gra­dos y re­tra­tos.