Escuela flamenca del siglo XVII. Círculo o taller de ANTON VAN DYCK (Amberes, 1599-Londres, 1641). "Los tres hijos mayores de Carlos I de Inglaterra". Óleo sobre lienzo. Reentelado hacia 1950. Bastidor del siglo XIX. Medidas: 140 x 157 cm; 167 x 186 cm (marco). Los retratos que Anton van Dyck pintó a los hijos del rey Carlos I de Inglaterra alcanzaron gran popularidad entre los artistas del siglo XVII, quienes, tomando como referencia tan excepcionales obras del maestro flamenco, realizaron numerosas copias fieles al modelo original. La sobresaliente obra que nos compete se convierte en un fiel reflejo de "Los tres hijos mayores de Carlos I de Inglaterra", lienzo realizado por Van Dyck entre noviembre de 1635 y marzo de 1636, hoy conservado en la Royal Collection del Castillo de Windsor, un extraordinario testimonio de la maestría del pintor de Amberes, ésta vez captado por la impecable técnica de un pintor de su círculo o taller. El retrato regio muestra a Carlos II, María y Jaime II, los tres hijos mayores de Carlos I y su esposa Henrietta Maria de Francia, junto a dos perros King Carles Spaniel. Dispuestos en un interior palaciego determinado por los lujosos tejidos de los tapices y las alfombras que visten la estancia, Van Dyck muestra a los tres pequeños de cuerpo entero. El pequeño Jaime II viste como una niña, aspecto que se entiende al tener en cuenta que, durante el siglo XVII, era costumbre que niños y niñas vistieran igual hasta los cinco o seis años. Un año antes, en 1635, Van Dyck había pintado un retrato de los mismos tres pequeños, que estaba destinado a ser enviado a la hermana de la reina, Cristina. Sin embargo, el hecho de que en esa ocasión Carlos II también vistiera faldas fue algo que no gustó al propio rey de Inglaterra, por lo que el artista pintó un segundo retrato grupal de los mismos tres niños, esta vez con el príncipe Carlos con pantalones. Carlos I de Inglaterra fue, entre los soberanos ingleses del pasado, el que más apreció el arte pictórica, y se mostró siempre como un fuerte mecenas y protector de los artistas. A pesar de que el pintor preferido del monarca fue Tiziano, Carlos I veía en el pintor de Amberes su heredero: con Van Dyck, Carlos había encontrado finalmente al pintor de corte que deseaba desde hacía años. En abril de 1632, Van Dyck llegó por segunda vez a Inglaterra. Acogido con todos los honores, fue presentado al rey, que había conocido años antes como Príncipe de Gales, y se alojó en Londres. Durante su permanencia en la capital inglesa, Van Dyck retrató a numerosos personajes de la corte y de la pequeña nobleza, pero también a los miembros de la familia real. Esta producción fue tan masiva que Van Dyck tuvo que recurrir a la colaboración de ayudantes, que generalmente pintaban los elementos secundarios como fondos y ropajes. Quienes encargaban las obras eran representados a menudo de figura entera, como en el caso del Retrato de Lord John y Lord Bernard Stuart, pero también sentados o solo a medio busto, como el retrato Dorothy Savage. El personaje que más veces aparece en los retratos realizados por Van Dyck es sin duda, Carlos I Estuardo, rey de Inglaterra y su mecenas-protector. Van Dyck lo representó con su familia, en pareja con su mujer Enriqueta y sobre todo solo. Las pinturas son de diversos formatos y el soberano es representado en diversas poses: a caballo, como en el caso del Carlos I a caballo, de cuerpo entero como en el Retrato de Carlos I cazando, de medio busto como en Rey Carlos I y la reina Enriqueta María y también en otras posiciones, como en el
Escuela flamenca del siglo XVII. Círculo o taller de ANTON VAN DYCK (Amberes, 1599-Londres, 1641). "Los tres hijos mayores de Carlos I de Inglaterra". Óleo sobre lienzo. Reentelado hacia 1950. Bastidor del siglo XIX. Medidas: 140 x 157 cm; 167 x 186 cm (marco). Los retratos que Anton van Dyck pintó a los hijos del rey Carlos I de Inglaterra alcanzaron gran popularidad entre los artistas del siglo XVII, quienes, tomando como referencia tan excepcionales obras del maestro flamenco, realizaron numerosas copias fieles al modelo original. La sobresaliente obra que nos compete se convierte en un fiel reflejo de "Los tres hijos mayores de Carlos I de Inglaterra", lienzo realizado por Van Dyck entre noviembre de 1635 y marzo de 1636, hoy conservado en la Royal Collection del Castillo de Windsor, un extraordinario testimonio de la maestría del pintor de Amberes, ésta vez captado por la impecable técnica de un pintor de su círculo o taller. El retrato regio muestra a Carlos II, María y Jaime II, los tres hijos mayores de Carlos I y su esposa Henrietta Maria de Francia, junto a dos perros King Carles Spaniel. Dispuestos en un interior palaciego determinado por los lujosos tejidos de los tapices y las alfombras que visten la estancia, Van Dyck muestra a los tres pequeños de cuerpo entero. El pequeño Jaime II viste como una niña, aspecto que se entiende al tener en cuenta que, durante el siglo XVII, era costumbre que niños y niñas vistieran igual hasta los cinco o seis años. Un año antes, en 1635, Van Dyck había pintado un retrato de los mismos tres pequeños, que estaba destinado a ser enviado a la hermana de la reina, Cristina. Sin embargo, el hecho de que en esa ocasión Carlos II también vistiera faldas fue algo que no gustó al propio rey de Inglaterra, por lo que el artista pintó un segundo retrato grupal de los mismos tres niños, esta vez con el príncipe Carlos con pantalones. Carlos I de Inglaterra fue, entre los soberanos ingleses del pasado, el que más apreció el arte pictórica, y se mostró siempre como un fuerte mecenas y protector de los artistas. A pesar de que el pintor preferido del monarca fue Tiziano, Carlos I veía en el pintor de Amberes su heredero: con Van Dyck, Carlos había encontrado finalmente al pintor de corte que deseaba desde hacía años. En abril de 1632, Van Dyck llegó por segunda vez a Inglaterra. Acogido con todos los honores, fue presentado al rey, que había conocido años antes como Príncipe de Gales, y se alojó en Londres. Durante su permanencia en la capital inglesa, Van Dyck retrató a numerosos personajes de la corte y de la pequeña nobleza, pero también a los miembros de la familia real. Esta producción fue tan masiva que Van Dyck tuvo que recurrir a la colaboración de ayudantes, que generalmente pintaban los elementos secundarios como fondos y ropajes. Quienes encargaban las obras eran representados a menudo de figura entera, como en el caso del Retrato de Lord John y Lord Bernard Stuart, pero también sentados o solo a medio busto, como el retrato Dorothy Savage. El personaje que más veces aparece en los retratos realizados por Van Dyck es sin duda, Carlos I Estuardo, rey de Inglaterra y su mecenas-protector. Van Dyck lo representó con su familia, en pareja con su mujer Enriqueta y sobre todo solo. Las pinturas son de diversos formatos y el soberano es representado en diversas poses: a caballo, como en el caso del Carlos I a caballo, de cuerpo entero como en el Retrato de Carlos I cazando, de medio busto como en Rey Carlos I y la reina Enriqueta María y también en otras posiciones, como en el
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