Escuela española de la segunda mitad del siglo XVII. “La Asunción de la Virgen”. Óleo sobre lienzo. Reentelado. Precisa restauración y limpieza. Medidas: 215 x 167 cm; 230 x 184 cm (marco). En este majestuoso lienzo se muestra la Asunción de la Virgen, llevada en cuerpo y alma al Cielo, de un modo triunfal y escenográfico. Detrás de ella se abre la Gloria, representada por la dorada luz divina, un elaborado rompimiento en cuyos márgenes vemos multitud de ángeles en distintas posiciones, unos mirando a la tierra y otros hacia lo alto. En el plano terrenal, claramente diferenciado del celestial por la línea de las nubes, se acumulan los personajes en torno a la tumba abierta de la Virgen. Se trata de los apóstoles que, habiendo presenciado la muerte de María, quedan maravillados ante su Asunción. Algunos aparecen representados ladeados, cerrando una composición circular definida en torno a la tumba, clásica y ordenada pese al aparente amontonamiento de los personajes en favor de la teatralidad y, ante todo, del dinamismo de la escena. La mayoría de los personajes aparecen mirando a la tumba ya vacía, señalándola con las manos abiertas, expresando tanto sorpresa como veneración, aspecto de hábil narratividad. Vemos cómo María no asciende al cielo por sus propios medios, como Cristo, sino que es elevada al Paraíso por los ángeles. Como acostumbra a representar el arte de Occidente, el artista plasma su Asunción corporal fuera de la tumba donde lo apóstoles la habían sepultado. Formalmente la obra encuadra dentro de la producción de la escuela española de la primera mitad del siglo XVII. El artista, conocedor de la corriente romanista, nos brinda una obra monumental de potentes anatomías, trabajada a partir de una paleta de colores reducida. El artista ha sabido atenuar la rigidez académica de los modelos con detalles de mayor naturalismo, con delicados matices intimistas y logrados efectos lumínicos.
Escuela española de la segunda mitad del siglo XVII. “La Asunción de la Virgen”. Óleo sobre lienzo. Reentelado. Precisa restauración y limpieza. Medidas: 215 x 167 cm; 230 x 184 cm (marco). En este majestuoso lienzo se muestra la Asunción de la Virgen, llevada en cuerpo y alma al Cielo, de un modo triunfal y escenográfico. Detrás de ella se abre la Gloria, representada por la dorada luz divina, un elaborado rompimiento en cuyos márgenes vemos multitud de ángeles en distintas posiciones, unos mirando a la tierra y otros hacia lo alto. En el plano terrenal, claramente diferenciado del celestial por la línea de las nubes, se acumulan los personajes en torno a la tumba abierta de la Virgen. Se trata de los apóstoles que, habiendo presenciado la muerte de María, quedan maravillados ante su Asunción. Algunos aparecen representados ladeados, cerrando una composición circular definida en torno a la tumba, clásica y ordenada pese al aparente amontonamiento de los personajes en favor de la teatralidad y, ante todo, del dinamismo de la escena. La mayoría de los personajes aparecen mirando a la tumba ya vacía, señalándola con las manos abiertas, expresando tanto sorpresa como veneración, aspecto de hábil narratividad. Vemos cómo María no asciende al cielo por sus propios medios, como Cristo, sino que es elevada al Paraíso por los ángeles. Como acostumbra a representar el arte de Occidente, el artista plasma su Asunción corporal fuera de la tumba donde lo apóstoles la habían sepultado. Formalmente la obra encuadra dentro de la producción de la escuela española de la primera mitad del siglo XVII. El artista, conocedor de la corriente romanista, nos brinda una obra monumental de potentes anatomías, trabajada a partir de una paleta de colores reducida. El artista ha sabido atenuar la rigidez académica de los modelos con detalles de mayor naturalismo, con delicados matices intimistas y logrados efectos lumínicos.
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